jueves, 4 de marzo de 2010

Las Radionovelas un Recuerdo en agonia

Como tal sabemos las radionovelas han pasado a la historia, por nuevas tecnologías que han ido surgiendo a través del tiempo y hemos ido aceptando lo que la sociedad ha ido marcando,”Lo Nuevo”; por consiguiente, en pleno siglo XXI la radionovela se ha quedado sólo como un recuerdo en agonía, ya que está ha sido remplazada por el surgimiento de los nuevos medios de comunicación como la televisión que ha entrado en los hogares de las familias mexicanas con sus telenovelas con contenidos de odio, amor, sexo, y drama.
La radionovela en su momento causo impacto en la sociedad mexicana, y esta trajo consigo mayores fines económicos, pero en la actualidad, las personas ya no se conforman con sólo escuchar, sino también poder apreciar imágenes, por esta razón los productores de las radionovelas no se molestan con tratar de regresarla, ya que saben que los esfuerzos fueran en vano, ya que hoy en día el público “es más exigente” y se encuentra en pleno desarrollo y avance tecnológico, por esta razón pienso que preferirían ver televisión es vez de escuchar la radio.
El radioescucha antes ponía a volar su imaginación cuando escuchaba a sus personajes, ahora el televidente de la actualidad no piensa ni en lo más mínimo, ya que la televisión(te da todo con más facilidad)muestra el rostro de tus personajes, por tanto no te permite usar tu creatividad. Te convierten en un telespectador que no razona, y por tanto no cuestiona.
A continuación les dejo este tema por Irma Carolina Valadez Calderón, de la Revista Etcétera.
La radionovela mexicana, en agonía
La radionovela en México es un producto que se resiste a abandonar los aparatos receptores. Desde su aparición, hace más de medio siglo, su producción ha disminuido poco a poco, al grado de que para muchos especialistas, el género prácticamente ha muerto. Pero si comparamos la vida de la radionovela con la de un ser humano, quizá el término más adecuado para definir su estado es el de “agonía”, ya que si bien las radiodifusoras comerciales han abandonado todo intento por revitalizar al radiodrama (ya sea como radionovela, serie radiofónica, monólogo o radioteatro), éste ha encontrado un nicho pequeñísimo dentro de las radiodifusoras públicas para hacerse oír.
El desinterés de las grandes cadenas radiofónicas por la radionovela contrasta con las ganancias, influencia e impacto que el género alcanzó en su época dorada. Basta decir que las radionovelas lograron mantener vilo a las amas de casa de los hogares mexicanos, quienes seguían las historias de amor y desamor casi con religiosidad, al grado que los actores, sobre todo los villanos, temían ser reconocidos por su voz. Continuamente, a las estaciones llegaban cartas de los radioescuchas que, conmovidos o impresionados por el relato de la radio, manifestaban su amor, odio o solidaridad con los involucrados en la trama. Pero las expresiones de la audiencia, en muchas ocasiones, iban más allá del papel: se traducían en regalos para la “pareja de novios” o apoyos para “la mujer en desgracia”.
También, gracias al éxito de la radionovela, fue posible que varias marcas se posicionaran en el gusto del consumidor mexicano. Patrocinadores como Colgate-Palmolive se convirtieron en poderosas industrias. Su presencia en la radio era tal, que no en balde la radionovela (y posteriormente, la telenovela en Estados Unidos) recibió el nombre de “soap opera” u “obras de jabón”, en alusión a la cantidad de anuncios publicitarios de detergentes y artículos de limpieza personal que se transmitían durante los radiodramas.
No sólo fueron los productos los que se posicionaron en la mente de los mexicanos, también lo hicieron las ideas. Ante una audiencia novata, a través de la radionovela fue posible dibujar las características de la representación de la mujer, del hombre, de la familia, de lo mexicano y su problemática. Y fue real el intento por delimitar conciencias con el uso del lenguaje. La actriz, Rita Rey, famosa por interpretar villanas en los radiodramas mexicanos, detalla en el libro Vidas en el aire que “había una censura muy dura hacia las radionovelas: no podíamos usar ciertas palabras como divorcio, cáncer y otras”.
De ese tamaño fue el impacto de la radionovela... hoy no hay rastro de ello. El público que las sintoniza, suele hacerlo por nostalgia o por curiosidad.

Intentos de salvación
“Es en estaciones como Radio UNAM, Radio Educación, el IMER, algunas estaciones universitarias de provincia con algún tipo de infraestructura y capital. En esos ámbitos fue donde sobrevivió en México el radiodrama”, detalló el creador radiofónico, Emiliano López Rascón, quien –a cargo de la Subdirección de producción de Radio UNAM– logró que en 2005 la emisora universitaria difundiera Así asesinaron a Trotsky, un serial dramatizado en el que se narraron los últimos días del revolucionario ruso, que como ya se sabe, los vivió en México acompañado, entre otras figuras, de Frida Kahlo.

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